martes, 17 de septiembre de 2013

Hombres en Natación Sincronizada: Otra Frontera


Dylan Williams
           Terminaron en verano los Mundiales de Natación celebrados en Barcelona. Y todavía con imágenes en la memoria, pregunto: ¿Vimos algún hombre participando en natación sincronizada?. ¿Los hay realmente?. Si es así, ¿quiénes son, dónde están?. La memoria devuelve imágenes de hombres en competiciones de natación, en partidos de waterpolo y en salto sincronizado.
           Me detengo aquí recogiendo lo que puedes leer en internet: La natación sincronizada (también llamada “nado sincronizado”) era un deporte exclusivo de hombres (en sus comienzos, a principios del siglo XX). ¿Qué ha ocurrido desde entonces para que no se les vea en la actualidad?. ¿Cómo se explica que sea un deporte ejercitado mayoritariamente por niñas y mujeres en la actualidad?. Dice Wikipedia que la natación sincronizada “es una disciplina que combina natación, gimnasia y danza, consistente en nadadores (se olvida Wikipedia curiosamente de las “nadadoras”), tanto solos (como parejas o equipos) que realizan en el agua una rutina de movimientos elaborados, al ritmo de la música. La sincro demanda grandes habilidades acuáticas, y requiere de resistencia física y flexibilidad, gracilidad, arte y precisión en el tiempo, así como un excepcional control de la apnea bajo el agua”.
              Pues resulta que sí: hay hombres que practican natación sincronizada. Pocos, pero ahí están. En España destacan Ibon García Gallego (País Vasco) y Pau Ribes (Barcelona). Con ellos, marcó también un hito el nacimiento del equipo de sincronizada que creara en Barcelona Noël Antón. Desconozco si este último continúa en activo, pero sí puede leerse que surgió dentro de la Asociación “Panteres Grogues” (club deportivo de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales: LGTB). Fue en 2008, en el marco de los EuroGames (LGTB). Posteriormente el equipo se desvincularía de “Panteres Grogues” y comienza a ser parte de las actividades del Club Mediterrani (Barcelona). Fue en el año 2009 cuando la Real Federación Española de Natación (RFEN) decidió incluir a los hombres en la disciplina (leo en artículo de Angels Valls Casasampere, editado en el año 2010). Continúa diciendo el artículo que: “aunque las categorías de alevín e infantil de sincro masculina ya fueron reconocidas y aceptadas en 2007, la participación en ambas es todavía escasa” (“Los hombres también nadan sincronizados”).
            Practicantes de natación sincronizada en otros países también encontraremos. Son nombrados frecuentemente: Bill May y Kenyon Smith (Estados Unidos), Niklas Stopel en Alemania. Este último ha mostrado públicamente su desacuerdo por la exclusión de la natación sincronizada para hombres de los Juegos Olímpicos y en los Mundiales de Natación. Decía Niklas que “son los mismos clichés que hay sobre los hombres que hacen danza” ( http://www.24horas.cl/deportes/londres2012/nadador-aleman-reclama-por-discriminacion-a-hombres-226573). En la escena internacional se localizan señales de la participación de hombres en la natación sincronizada en Suecia, República Checa, Italia, Holanda, Bélgica, Francia, Alemania, Ucrania, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca. Incluso se han celebrado, desde el año 2005 en Praga, encuentros bianuales de una Copa de Hombres (Men’s Cup). Desconozco si ha tenido lugar en 2013, pero sí ocurrió en 2011 en Amsterdam. También han incluido actividades de nado sincronizado espacios deportivos generados desde asociaciones LGTB (lésbicas, gays, bisexuales y transexuales), como son los Gay Games, World OutGames y EuroGames.
          Situado de nuevo en el presente, desconozco al detalle cuál es la situación actual de la la natación sincronizada masculina en el ámbito internacional, en España y particularmente en Canarias. ¿Hace algo para estimularla y darle cabida la Federación Canaria de Natación?, pregunto desde la realidad insular (donde el océano y las actividades acuáticas son realidades cotidianas). ¿Sirve la natación sincronizada a los hombres, les aporta algo, da placer?.
          Acompaño esta entrada con la imagen del documental “Hombres Sincronizados” (“Men who Swim”, de Dylan Williams. En el espectadorimaginario.com podemos leer que “El grupo lo componen hombres como él: un carnicero hastiado de hacer cada día lo mismo, un alto ejecutivo cansado de su vida de soltero, un ex-rockero que hace mucho perdió la ilusión de convertirse en músico, un viva-la-vida que no quiere darse cuenta de que se hace mayor... Pronto, entrenar, competir en el campeonato mundial de Milán, ser riguroso, se convertirá en la prioridad que ayude a Dylan, también, a encontrar la solución a sus preguntas y problemas actuales: ¿por qué dejé mi lugar natal?, ¿cómo he podido dirigir así mi vida?, ¿cómo voy a pagar las facturas este mes si tengo que pagar el viaje con el equipo? Pero no sólo él dejará de lamentarse por su vida, pensando por fin en un futuro prometedor, sino que todos ellos, a su manera, descubrirán lo bonito que puede ser lo que les queda por delante: encontrar el amor en la madurez; dejar un trabajo rutinario para montar lo que hace tiempo le rondaba al carnicero: un local de ayuda a discapacitados; sentirse parte de algo importante... Sentirse bien con uno mismo, con los demás, con tu entorno... darte cuenta de que no todo acaba a los cuarenta, sino que hay mucho que ver, y disfrutar. Todo esto es Hombres sincronizados.”
          Es claro que las posibilidades están abiertas, no siempre en piscinas dispuestas y con aguas tranquilas. Con todo, puedes inspirarte y disfrutar encontrando en Internet vídeos del nado sincronizado que ejercitan los hombres que he mencionado. Así es que: ¡Hombres, al agua!

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